sábado, 29 de junio de 2013

karl Popper



 Investigue de un caso donde se aplique el método de falsacion de Karl Popper

Por ejemplo, cuando se empezó a utilizar la teoría gravitacional de Newton, los científicos
siguieron las leyes postuladas por ésta para predecir el movimientos de los planetas descubiertos en esta época. Sin embargo, ellos se dieron cuenta que Saturno, el planeta más lejano conocido entonces, se movía de una manera irregular con respecto a las leyes de Newton. Los científicos predijeron que esto se debía a la existencia de otro planeta que todavía no era detectable por los telescopios de la época. Más adelante, tras escudriñar los firmamentos con mejores telescopios, se dieron cuenta de que sí existe ese planeta: Urano. Lo mismo ocurrió con Urano, su órbita no se conformaba con las leyes gravitacionales de Newton, así que postularon la existencia de otro planeta masivo más lejano del sol. Esto se corroboró en el siglo XIX con el descubrimiento de Neptuno.
Cada experimento, tanto mediante la observación del firmamento con un telescopio, como  quel que se lleva a cabo en el laboratorio, son intentos de refutar o falsar una hipótesis, teoría o ley científica, o un sistema teorético. Si el experimento refuta la conjetura en cuestión, entonces Se dice que la teoría es falsada. Si la conjetura “sobrevive” a múltiples intentos de falsación o refutación, se dice que esa conjetura ha sido corroborada. Para Popper, “corroborado” sólo quiere decir que la hipótesis, teoría o ley sobrevivió a intentos de falsación. Las teorías jamás Se verifican, no se pueden determinar de una vez y por todas si son verdaderas, sólo se pueden falsar. A veces se tienden a añadir hipótesis ad hoc para salvar una conjetura. En tales casos, lo que hace esa hipótesis ad hoc es debilitar dicha conjetura en términos de la posibilidad de ser
falsada. Si se añaden muchas hipótesis ad hoc a una teoría, se corre el peligro de convertir dicha teoría en una tesis metafísica, no una teoría científica. Si una tesis metafísica se presenta por alguien como una teoría científica, entonces se considera pseudociencia.  Ahora bien, siempre cabe la posibilidad de que una tesis metafísica se pueda convertir en
una teoría científica. La demarcación entre ciencia y metafísica no es tajante e inquebrantable.

Un ejemplo de ello fueron los átomos. Durante más de un milenio el atomismo no fue otra cosa que una teoría metafísica. Sin embargo, John Dalton formuló su teoría atómica como forma de resolver el problema de la calcinación de metales, y fue lo suficientemente precisa como para llevar a cabo experimentos en relación con su existencia. Otros científicos como Avogadro, Cannizaro, Thomson, Bohr, entre otros, siguieron elaborando esta teoría con altísimo nivel corroborativo. A pesar de todos los intentos genuinos de falsación, la teoría atómica se sostiene hoy firmemente.

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